El fabricante japonés Nissan ha decidido revertir su plan de reducir la producción en su planta de Smyrna, Tennessee, manteniendo dos turnos de producción del modelo Rogue. Esta decisión responde a la reciente imposición de aranceles por parte de la administración de Donald Trump, que elevan del 2.5% al 27.5% el gravamen para las importaciones de vehículos y autopartes.
Además, Nissan suspenderá temporalmente los nuevos pedidos para el mercado estadounidense de los modelos Infiniti QX50 y QX55, fabricados en la planta COMPAS de Aguascalientes, México. La producción de estos modelos continuará para otros mercados, mientras la empresa evalúa el impacto de los aranceles y las necesidades del mercado para realizar ajustes adicionales a la producción.
Estas medidas reflejan la estrategia de Nissan para adaptarse a las políticas comerciales actuales y minimizar el impacto financiero derivado de los nuevos aranceles impuestos a las importaciones de vehículos y autopartes.