Este jueves, 3 de abril de 2025, entraron en vigor en Estados Unidos aranceles del 25% aplicados a la importación de automóviles, camiones ligeros y autopartes. Esta medida, impulsada por el presidente Donald Trump, forma parte de una estrategia más amplia que incluye un arancel global del 10% para la mayoría de los productos importados, con tarifas más elevadas para países como China y la Unión Europea.
Los fabricantes de vehículos de Japón, Corea del Sur y Alemania se encuentran entre los más afectados por esta política. Aunque las autopartes fabricadas en México y Canadá están exentas temporalmente de estos aranceles debido al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), los vehículos ensamblados en estos países podrían enfrentar gravámenes basados en el contenido de componentes no estadounidenses. Esta situación ha generado incertidumbre en la industria automotriz y podría provocar aumentos en los precios de los vehículos para los consumidores estadounidenses.
La administración Trump sostiene que estas medidas buscan atraer inversiones extranjeras y fomentar la manufactura nacional. Sin embargo, expertos advierten que podrían intensificar las tensiones comerciales con socios clave y afectar negativamente a la economía global.
