El 30 de marzo de 2025, un terremoto de magnitud 7.1 sacudió el archipiélago de Tonga, generando inicialmente una alerta de tsunami. El sismo ocurrió a las 01:18 de la madrugada (hora local), a una profundidad de 10 kilómetros bajo el lecho marino, aproximadamente 90 kilómetros al sureste de Pangai y al noreste de Nuku’alofa, la capital del país.
El Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico emitió una advertencia por posibles olas peligrosas de entre 0.3 y 1 metro sobre el nivel del mar en las costas ubicadas a menos de 300 kilómetros del epicentro, afectando potencialmente a Tonga y Niue. Se recomendó a las agencias gubernamentales informar e instruir a las poblaciones costeras en riesgo, y a los residentes trasladarse hacia el interior como medida de precaución.
Posteriormente, la alerta de tsunami fue desactivada al observarse que las olas registradas solo alcanzaron entre 0.01 y 0.05 metros sobre el nivel del mar, menores a las anticipadas. Tonga, ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es una región con alta actividad sísmica.