El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha absuelto al futbolista brasileño Dani Alves, revocando la condena de cuatro años y medio de prisión impuesta anteriormente por la Audiencia de Barcelona por un delito de agresión sexual. La decisión se basa en la consideración de que no existen pruebas suficientes de la agresión y que el testimonio de la denunciante carece de fiabilidad.
La sentencia del TSJC señala que la resolución previa presentaba “vacíos, imprecisiones, inconsistencias y contradicciones”. El tribunal fundamentó su decisión en el análisis de las imágenes captadas por las cámaras de la discoteca donde ocurrieron los hechos, las cuales muestran a Alves y a la joven interactuando de manera que, según el tribunal, no concuerda con el relato de la denunciante.
Esta absolución ha generado reacciones en el ámbito político. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, expresó que no se debe cuestionar continuamente la voz de las mujeres que denuncian violencia machista, mientras que Irene Montero calificó la sentencia como un ejemplo de “justicia patriarcal” que sitúa la responsabilidad en la víctima y protege a los agresores.