El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, expresó su aprecio por México, afirmando que “personalmente me encanta México”, aunque reconoció que su gobierno no es del agrado del gobierno mexicano. Esta declaración se produce en medio de tensiones diplomáticas entre ambos países, originadas por la incursión policial en la embajada mexicana en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien había buscado asilo político en la legación diplomática.
Noboa destacó que mantiene amistades mexicanas y que considera a México un país maravilloso. Actualmente, Ecuador y México están involucrados en un litigio ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, con acusaciones mutuas sobre violaciones a convenios internacionales relacionados con el asilo diplomático y la inviolabilidad de las sedes diplomáticas.
Además, el presidente ecuatoriano ha implementado medidas como la imposición de un arancel del 27% a productos mexicanos, buscando promover un trato justo para las empresas ecuatorianas. Sin embargo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, minimizó esta decisión, señalando que las exportaciones a Ecuador representan solo el 0.4% del comercio exterior de México y que no tendría un impacto significativo en la economía mexicana.