El 20 de marzo de 2025, familiares de personas desaparecidas y colectivos de búsqueda rompieron un cerco de seguridad en el Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco. Este rancho es señalado por las autoridades como un posible sitio utilizado por el crimen organizado para el reclutamiento forzado y como lugar de inhumación clandestina. Los grupos de búsqueda, que llevan semanas intentando acceder a la zona, denunciaron que el área había sido “limpiada”, impidiendo el hallazgo de restos humanos y de pruebas relacionadas con las personas desaparecidas.
La situación se intensificó cuando los manifestantes fueron retenidos bajo el sol durante varias horas antes de decidir irrumpir en el sitio.
Los colectivos exigen que las autoridades permitan las búsquedas sin restricciones en este tipo de sitios, asegurando que las acciones de seguridad que impiden el acceso dificultan el proceso de encontrar a sus seres queridos. La protesta refleja la creciente frustración de los grupos de familiares que luchan por esclarecer el paradero de sus desaparecidos, mientras enfrentan obstáculos tanto de las autoridades como del crimen organizado.