A pesar de los esfuerzos diplomáticos para alcanzar una tregua, Rusia y Ucrania continúan con sus ataques aéreos en las últimas fases de la guerra, con ambos países utilizando drones para atacar objetivos situados lejos de la línea de contacto.
En un incidente reciente, Ucrania denunció un ataque masivo ruso en la región de Kirovogrado, mientras que en Rusia, drones ucranianos alcanzaron la base aérea de Engels-2, una de las más importantes en las operaciones rusas.
A medida que se perfilan los detalles de un alto al fuego parcial, que se discutirá en una reunión en Arabia Saudita, Ucrania busca garantizar que la tregua incluya la protección de infraestructuras civiles clave, como las centrales nucleares. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, subrayó que, aunque la tregua es necesaria, su gobierno no dejará de atacar infraestructuras enemigas hasta que se acuerden todos los términos del alto al fuego.