El cantante de música regional mexicana, Gerardo Ortiz, se declaró culpable de conspiración por violar la ley federal de Estados Unidos al hacer negocios y realizar conciertos con un promotor mexicano relacionado con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Esta declaración se dio en el marco del juicio contra Ángel Del Villar, director de Del Records, acusado de violar la Ley Kingpin, que prohíbe a estadounidenses hacer negocios con narcotraficantes designados.
Ortiz aceptó haber ignorado las advertencias del FBI sobre el promotor Jesús ‘Chucho’ Pérez Alvea, quien había sido señalado como narcotraficante. A pesar de las indicaciones de no trabajar con él, Ortiz continuó presentándose en 19 conciertos organizados por Pérez, los cuales se presume servían para lavar dinero para el CJNG.
