Marcelo Ebrard, reconocido político y exsecretario de Relaciones Exteriores de México, ha intensificado sus gestiones en Washington con el objetivo de evitar la imposición de aranceles del 25% a las importaciones mexicanas. Estas medidas, que podrían afectar significativamente la economía de ambos países, han generado preocupación en el sector empresarial y entre los líderes políticos de la región.
Ebrard se ha reunido con funcionarios clave del gobierno estadounidense, así como con representantes del Congreso, para destacar la importancia de mantener una relación comercial sólida y libre de barreras arancelarias. Su estrategia se centra en resaltar los beneficios mutuos que el comercio bilateral ha generado para ambas naciones, así como en proponer soluciones alternativas que fortalezcan la cooperación económica.
Este esfuerzo diplomático se enmarca en un contexto de tensiones comerciales globales, donde México busca consolidarse como un aliado estratégico de Estados Unidos. La posible imposición de aranceles no solo afectaría a las exportaciones mexicanas, sino que también podría encarecer los productos para los consumidores estadounidenses, impactando negativamente en la cadena de suministro de industrias clave como la automotriz y la agrícola.
Expertos en relaciones internacionales han señalado que las gestiones de Ebrard podrían ser cruciales para evitar una escalada en las tensiones comerciales y para sentar las bases de un diálogo constructivo entre ambos países. Mientras tanto, el gobierno mexicano continúa trabajando en estrategias adicionales para proteger su economía y fortalecer su posición en el escenario internacional.