El presidente Donald Trump ha intensificado la crisis en las cortes de migración de Estados Unidos al despedir a 20 jueces y 12 asistentes, medida que agrava el atasco de más de 3.7 millones de casos pendientes.
Esta decisión ha generado preocupación entre expertos y defensores de los derechos de los migrantes, quienes advierten que podría prolongar aún más los tiempos de espera para las audiencias y afectar negativamente los procesos de asilo y deportación.
Según datos del Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse, hasta el 9 de febrero, la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) tenía bajo custodia a 41,169 migrantes, de los cuales el 54.7% carecían de antecedentes penales.
La acumulación de casos y la reducción en el número de jueces disponibles para atenderlos han generado un ambiente de incertidumbre y ansiedad entre los migrantes que buscan regularizar su estatus en el país.