La ola de frío polar que ha azotado Virginia y Carolina del Norte ha dejado más de 2,000 accidentes de tráfico y al menos una víctima mortal. Las temperaturas extremas, que llegaron a los -25°C en algunas áreas, han generado condiciones peligrosas en las carreteras y también interrumpido vuelos. Además, los cortes de electricidad afectaron a miles de personas, lo que complicó aún más la situación en las regiones afectadas.
Las autoridades locales siguen monitoreando la situación mientras los meteorólogos advierten que las temperaturas podrían alcanzar niveles récord. Se ha instado a los residentes a tomar precauciones adicionales para evitar más tragedias.