El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, acordó con el Gobierno de Estados Unidos aceptar la deportación de migrantes indocumentados que cometan crímenes graves y ofrecer sus cárceles para albergar a delincuentes peligrosos de nacionalidad estadounidense.
El anuncio fue hecho por el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, tras una reunión de casi tres horas con Bukele en la finca del mandatario salvadoreño en el lago de Coatepeque. Según Rubio, El Salvador recibirá a criminales de cualquier nacionalidad deportados desde EE.UU., incluidos integrantes de organizaciones como la MS-13 y el Tren de Aragua.
Además, Bukele sorprendió al ofrecerse a recibir en sus prisiones a delincuentes estadounidenses peligrosos, ya sean ciudadanos o residentes legales de EE.UU. Rubio calificó la propuesta como “una muestra de amistad sin precedentes” y aseguró que ya discutió el tema con el presidente Donald Trump.
Bukele adelantó que su administración y la de EE.UU. están cerca de concretar un acuerdo migratorio “histórico” entre ambas naciones.