Las deportaciones ordenadas por el presidente de EE.UU., Donald Trump, han provocado temor en las comunidades migrantes y han generado “ansiedad e incertidumbre” entre los empresarios que dependen de esa mano de obra. Este lunes, varios de ellos denunciaron que ya observan una baja significativa en la producción.
Según Rebeca Shi, directora ejecutiva de la American Business Immigration Coalition de Illinois, en las deportaciones también han caído “trabajadores esenciales”, pese a que el gobierno asegura que están enfocadas en personas violentas e integrantes de cárteles de la droga.
Los miembros de esa coalición reportaron una desaceleración del 50% en sus operaciones, ya que muchos inmigrantes, “paralizados por el miedo”, no se presentan a trabajar y permanecen en sus casas. Esta situación fue detallada por los empresarios durante una teleconferencia este lunes.
“Trump prometió deportaciones masivas y lo está cumpliendo”, afirmó Shi, refiriéndose a las operaciones que, durante el fin de semana, resultaron en la expulsión de más de mil migrantes.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) informó que los procedimientos se llevaron a cabo en ciudades como Atlanta, Austin, Chicago, Denver, Los Ángeles y en Puerto Rico, aunque no se ofrecieron mayores detalles sobre las personas detenidas.
En la conferencia participaron líderes empresariales como Matt Teagarden, de la Asociación de Ganaderos de Kansas, quien destacó que la mano de obra inmigrante es esencial para su sector y la agricultura en general.
“Los criminales violentos deben ser deportados, pero también se necesitan caminos para legalizar a los inmigrantes que cumplen con la ley y pagan impuestos”, afirmó Teagarden.
El empresario reclamó una reforma migratoria que solucione el problema de fondo, señalando que el país enfrenta una encrucijada: “podemos importar trabajadores y continuar produciendo nuestros alimentos en Estados Unidos, o importar alimentos, lo que representa un tema de seguridad nacional”.
Además, otros aspectos económicos deberían ser considerados, advirtieron los empresarios.
Shi subrayó que los trabajadores inmigrantes representan entre el 25% y el 50% de las industrias esenciales del país y contribuyen con más de 80 mil millones de dólares en impuestos cada año.
La ausencia de esta fuerza laboral podría agravar la escasez de mano de obra, que actualmente se calcula en 1.7 millones de puestos vacantes en sectores como salud, construcción y manufactura, entre otros. También se proyecta una reducción del 4.2% en el Producto Interno Bruto (PIB) del país.