Este sábado, miles de personas tomaron las calles de Washington para manifestarse contra el presidente electo Donald Trump, alzando la voz en defensa de los derechos de las mujeres y los grupos más vulnerables. A tan solo dos días de la investidura presidencial, la “Marcha de las Mujeres” envió un mensaje claro: la resistencia a su segundo mandato apenas comienza.
Aunque la convocatoria de este año atrajo a unas 50 mil personas, muy lejos del medio millón que participó en 2017, los manifestantes recorrieron tres puntos clave de la capital hasta el Monumento a Abraham Lincoln en el National Mall. Ciudadanos de todas partes de Estados Unidos llegaron para demostrar que no serán pasivos frente a las políticas de Trump.
Krista Falkenstine, de 65 años, viajó desde Colorado preocupada por el futuro de sus hijas. “Tienen menos derechos de los que yo tuve. Ya no me voy a quedar callada”, aseguró. Por su parte, Melissa Mungi, de origen filipino, señaló: “Estamos aquí para que la historia no se repita”.
La marcha, que incluyó coaliciones como Abortion Access Now y Time to Act, se centró en temas como los derechos reproductivos y la justicia social. Personas de todas las edades participaron, como Matt Byrne, ingeniero de Filadelfia, quien afirmó su compromiso con las causas feministas.
Sin embargo, algunos señalaron que la marcha de este año careció de un enfoque claro en comparación con ediciones previas. “Hay muchas ideas, pero menos dirección”, comentó un participante.
Mientras tanto, el presidente electo Trump asistió a una recepción en su club de golf en Virginia, marcando el inicio de los eventos de su investidura, la cual se llevará a cabo este lunes.
En un ambiente festivo pero determinado, los manifestantes dejaron claro su mensaje: “No seremos silenciados”. Haley, residente de Alexandria, expresó su decepción al ver mujeres que apoyan a Trump: “Él no valora a las mujeres como seres humanos, y eso es inaceptable”.