Este miércoles, las autoridades de Corea del Sur consumaron la detención del destituido presidente Yoon Suk-yeol, tras varios intentos fallidos de acceder a su residencia en Yongsan, Seúl. La Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) ejecutó la orden de arresto a las 10:33 horas (hora local), según informó la agencia Yonhap.
Yoon enfrenta investigaciones por su polémica declaración de la ley marcial en diciembre pasado. Antes de su detención, el expresidente difundió un mensaje en video desde su residencia, calificando la investigación como “ilegal” pero afirmando que decidió comparecer para evitar un “derramamiento de sangre”.
En un comunicado, su equipo legal explicó que Yoon optó por entregarse para prevenir enfrentamientos entre su servicio de seguridad y las autoridades, tras informes de heridos entre manifestantes a favor y en contra de su arresto.
Las autoridades habían intentado proceder con la detención desde las primeras horas del día, enfrentándose a una cadena humana formada por el equipo de seguridad presidencial y vehículos que bloqueaban el acceso a la residencia.
Este arresto marca un precedente histórico, siendo la primera vez que un presidente surcoreano en funciones es detenido.