En algunas zonas de Los Ángeles, “parece como si hubiera caído una bomba”, expresó el sheriff del condado, Robert G. Luna, al describir los estragos causados por los incendios.
Luna explicó que los bomberos están enfrentando condiciones extremadamente difíciles y mencionó que pronto se utilizarán perros de búsqueda y otros recursos para localizar posibles víctimas entre los escombros.
Hasta ahora, se ha confirmado la muerte de al menos cinco personas, aunque las autoridades advirtieron que esta cifra podría aumentar. El sheriff señaló que su departamento está trabajando en coordinación con la oficina del forense del condado para determinar el número exacto de fallecidos.
“Esto es una crisis, y no sabemos qué esperar. Por favor, tengan paciencia con nosotros cuando nos pregunten sobre el número de víctimas mortales. Ahora mismo, sinceramente, no lo sabemos aún. Pero eventualmente lo sabremos”, enfatizó Luna durante una conferencia de prensa.
Actualmente, hay cinco incendios activos en la zona de Los Ángeles, los cuales ya han consumido aproximadamente 11,770 hectáreas (29,080 acres), según el Departamento de Bomberos de California (Cal Fire).
El incendio más destructivo, conocido como el fuego de Palisades, comenzó el pasado 7 de enero y ya ha devastado 6,975 hectáreas (17,234 acres). Este incendio no ha sido contenido y es considerado “uno de los desastres naturales más destructivos en la historia de Los Ángeles”, según afirmó Kristin Crowley, jefa del Departamento de Bomberos de la ciudad.
